domingo, 23 de enero de 2011

Human Planet

Si tenés 3 minutos y 33 segundos libres, os paso una pequeña recomendación:

http://www.youtube.com/watch?v=2HiUMlOz4UQ


Dos reflexiones inmediatas:

1) Es una delicia ver concatenadas imágenes tan bellas. Son una inspiración para saber más, para conocer en profundidad, para viajar en espíritu y en persona.

2) Una tv pública puede cumplir sus cometidos naturales. Solo las políticas a largo plazo permiten crear contenidos de calidad, no efímeros. Siento sana envidia por la tradición divulgadora sajona que se despliega en tantos libros, en estos documentales.

Disfrutad del trailer, vale la pena.


domingo, 20 de diciembre de 2009

En defensa de las humanidades

Siempre he hallado inspiración en la lectura, en el placer que proporciona deleitarse en una obra de arte, en escuchar atentamente todo tipo de música. Siento que estableco un diálogo tácito y honesto con el creador de la obra. El matiz de una pincelada. Un silencio en la partitura. Aprendo en los detalles, disfruto del conjunto y, cada vez, me maravilla el sentido estético que se educa progresivamente en cada cerebro humano.

Nuestro tiempo no prima la cultura, ni la ciencia. Creo que es un error, contra el que siempre intento reaccionar. La felicidad depende enormemente de hechos que nos eleven, de ideas que nos inspiren. El consumo banal de contenidos mediáticos predecibles conduce muy sutilmente hacia una sensación de estafa. Sin embargo, son pocas las personas que reaccionan y expresan coherentemente su amor por las humanidades y las letras.

Recientemente, asistí a la primera reunión TED que ha tenido lugar en Barcelona. TED brinda un formato para que gente que tenga algo que valga la pena escuchar hable abiertamente, eleve e inspire a una audiencia convencida de la necesidad de intercambiar nuestras ideas. En este evento, TedxBarcelona, escuché una charla que me llamó especialmente la atención. Quisiera recomendar abiertamente la presentación Liz Coleman que se proyectó para todos nosotros (se pueden activar los subtítulos).

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Divulgación IPTV

Divulgar ciencia no es una tarea sencilla porque implica hallar el equilibrio entre buenos propósitos que se contraponen. Por ejemplo, un texto puede optar por los principios de veracidad, profundidad e información no trivial o, por el contrario, puede intentar ser asequible, comprensible, informativo y entretenido. Una simulación que ilustra un principio físico puede ser fidedigna o puede ser artística. Cada uno de los detalles de un texto implican una decisión que no todo el mundo juzga por igual.

En esta intricada maraña de opciones, muchos científicos prefieren no involucrarse y dejar la divulgación en manos de personas formadas en el mundo de la comunicación. Es una pena, porque la voz del científico siempre aporta un valor muy especial a todo intento de divulgación. Este ausencia hace que muy a menudo la ciencia en la frontera del conocimiento quede relegada o mal representada en los medios de comunicación.

En un intento de proponer algo diferente, junto con la profesora Maite Soto (Ciencias de la Comunicación Audiovisual, UAB), hemos iniciado varios proyectos de divulgación avanzada. La idea consiste en intentar explicar la ciencia frontera de forma que sea satisfactoria tanto para los científicos como para los medios de comunicación. De momento, hemos teminado un reportaje sobre el telescopio Magic que deteca rayos gama que llegan a la Tierra. Estamos también creando ua televisión por IP (IPTV) que tendrá varios canales y programas. Completaremos el esfuerzo con una radio.

Hay una pequeña presentación de esa ideas en el siguinte link:
Divulgación avanzada

sábado, 29 de agosto de 2009

Inteligibilidad como algoritmo mínimo

La inteligilidad del universo es, para muchos, incomprensible. ¿Por qué el universo es inteligible? ¿Por qué el universo está regido por leyes que sabemos representar mediante las matemáticas? ¿Dependen las leyes del universo de nuestra historia, de nuestra cultura, del sexo del científico que las halló? ¿Es posible concebir una descripción alternativa a las leyes físicas, totalmente independiente pero tan predictiva como la que hoy en día empleamos? Todas estas preguntas se hallan implícitas en la célebre cita de Einstein en la que sugiere que lo más incomprensible es que el universo sea comprensible. Existe también un ensayo de Wigner sobre la nada razonable eficiencia de las matemáticas a la hora de describir el universo. Inteligibilidad es, sin duda, misterio.

Hay muchos puntos interesantes que me encantaría discutir. Por ejemplo, es necesario definir "inteligibilidad". Se puede dotarla de adjetivos y de objetivos. Se podría analizar el concepto de "profundidad" en diferentes niveles de comprensión de un mismo fenómeno. Reservemos este punto para otra entrada. Quisiera aquí hablar de un punto de vista (que no es mío, ni defiendo) más obscuro y poco comentado: la inteligibilidad no es más que un concepto computacional.

Desde el mundo de la computabilidad algoritmica, es Gregory Chaitin de IBM quien sugiere que la inteligibilidad se reduce a lograr un algoritmo mínimo que describa un fenómeno natural. Una buena teoría debe proporcionar la receta mínima para computar una plétora de fenómenos físicos. A más concisa sea la teoría, mayor es nuestra inteligibilidad. Este punto de vista ve con buenos ojos las leyes de Newton. Son concisas, nos permiten construir puentes, calcular trayectorias, crear edificios.

Por otra parte, la inteligibilidad entendida como la obtención de un algoritmo mínimo topa con varias paradojas. Por una parte, sabemos que el tamaño mínimo de un predicado es incalculable. Se trata de un concepto asociado a la complejidad de Kolmogorov, que es indecidible debido al teorema de Gödel. Nunca sabremos si una algoritmo es mínimo. Es indecidible. Por otra parte, es obvio que algoritmos extensos que describen un fenómeno físico pueden tener una gran capacidad de generalización. Por ejemplo, las leyes de la Relatividad General son mucho más extensas y predictivas que las de Newton. La Relatividad General nos da un algoritmo complejo, no mínimo, pero vastamente más profundo que la gravitación newtoniana porque la invariancia bajo difeomorfismos ha penetrado la teoría y la ha dotado de una estructura matemática refinadísima.

Olvidando ya a Chaitin, a veces creo que la inteligibilidad tal vez sea un concepto externo a nuestra lógica. Si es así, nada se puede decir. De lo contrario, si algo tiene sentido, apuesto a que la inteligibilidad está relacionada con la profundidad. Reservo esta discusión para otra entrada.

jueves, 14 de mayo de 2009

¿Divulgación?

Atónito, escucho y leo intentos de divulgación sobre la partícula Higgs. Es natural que el problema más importante en física de partículas elementales acapare la atención de los periodistas dedicados a la divulgación. Una pequeña fracción de estos periodistas desconocen profundamente el tema y, sin embargo, lo presentan con tanta autosificiencia como incoherencia. Una fracción aun más pequeña de ellos desbarran y mezclan sin control alguno ideas científicas con Dios, con misterios y catastrofes inimaginables. Lo verdaderamente curioso es que sea esta última -degradada- versión de la divulgación científica la que llega a una gran cadena de televisión.

Es curioso, ¿no? Son tan escasos los segundos dedicados a la ciencia en televisión que se podría imaginar que aquellas personas que tienen el pequeño privilegio de divulgar en un medio de masas deberían tener una obsesión por la veracidad, por la valoración justa de los logros obtenidos y por la presentación honesta de los objetivos que se persiguen. Pero resulta que la demanda de pasiones viscerales que supuestamente exige la televisión es una excusa suficiente para desinformar, para tergiversar, para banalizar el esfuerzo de miles de investigadores.

Lo más curioso es que nada de lo que digo es nuevo, ni especial. Hemos aprendido a convivir con la desinformación científica en los medios de masas. Pero me atrevería a decir que, en esta ocasión, algo sí era diferente. Estamos sumidos en una crisis económica. Muchos responsables políticos hablan de la necesidad de substituir una economía basada en la especulación no productiva por una economía basada en el conocimiento. Sin embargo, el mismo grupo mediático que defiende con frecuencia esta idea es el responsable del programa de desinformación científica que me ha dejado atónito. Busco una palabra para todo ello: ¿desdivulgación?, ¿antidivulgación?, ¿mediocridad? Seguro que algún lector tiene alguna sugerencia más apropiada.

Prometo no volver a escribir una entrada de tono negativo. Es inútil.

Para compensarlo, quisiera deciros que, en mi fuero interno, espero con pasión difícil de definir los resultados del LHC. Si encontramos la partícula Higgs y se confirma el Modelo Estándar, habremos logrado una cima intelectual. La teoría de las interacciones electrodébiles y fuertes formaría una construcción compleja pero precisa y consistente del mundo de las partículas elementales. Pienso en un reloj sofisticado e increíblemente exacto. Si, por el contrario, no encontramos el Higgs, nuestra teoría fallaría y debería ser modificada (por ejemplo podríamos enfrentarnos a las cotas de trivialidad de la interacción cuártica). Un engranaje del reloj no sería correcto y deberíamos comprender en qué forma debe ser substituido. Ambas opciones son realmente apasionantes. Y sabremos la solución dentro de muy poco tiempo.

miércoles, 4 de marzo de 2009

El instante de descubrir

Creo honestamente que una de las sensaciones más
especiales que puede experimentar una persona es
el instante de descubrir o comprender
profundamente un hecho. Es un instante de epifanía
difícil de transcribir en palabras llanas. La mejor
analogía que encuentro es la de sentir que un abismo
se abre y el vértigo invade la mente.

Es frecuente encontrar el relato que hacen algunos
científicos de los instantes en que percibieron
la profundidad de una idea. Por ejemplo, Einstein
habla de la comprensión del que ahora llamamos
Principio de Equivalencia, sentado en su oficina
de patentes. Heisenberg, tomando un respiro del
apabullante Bohr, dio con las ideas de Incertidumbre
en el campo danés y se fue a lo alto de una roca.
Dirac comprendió la necesidad de linealizar su
ecuación (de Dirac) mirando el chispear del fuego.
Roetgen entró en un estado de exaltación enloquecida
de la que hacía partícipe a su esposa. Todos son
ejemplos de instantes mágicos, diferentes de la
abstracción que normalmente caracteriza a un científico.
No es introspección, si no exaltación.

Invito a cualquiera que lea estas líneas y sepa de
relatos curiosos similares a éstos a que los comparta con todos nosotros.

viernes, 2 de enero de 2009

Música y Ciencia

La música proporciona una analogía para la ciencia que siempre deseo compartir y debatir con mis amigos.

El músico logra, a veces, construir una composición impregnada de belleza. Es intangible, indefinible, es desconocido el camino que le ha llevado a ella. Pero el resultado es manifiesto:
todos podemos disfrutar de su música. El músico puede entonces transcribir en papel su música empleando una notación específica. Tal vez, dentro de siglos, el lenguaje musical escrito sea diferente. La partitura tendrá una notación diferente, pero la música será la misma. La transcripción musical es un artificio, pero un artificio importante porque el músico debe dominarlo hasta su último detalle. La partitura representa la música, la transmite, la hace asimilable y reproducible. Sin embargo, la emoción contenida en esa música es independiente de su transcripción.

La ciencia intenta comprender las leyes que rigen el universo y transcribirlas en forma de ecuaciones. Estas ecuaciones son el artificio necesario para comunicar nuestro descubrimiento, para predecir nuevos fenómenos, para asentar nuestro progreso. En algunas ocasiones las ecuaciones, como la partitura, guían en parte la investigación de cada uno de nosotros. Pero los grandes principios, las ideas más profundas tienen una entidad propia que va mucho más allá de su representación escrita. Podemos imaginar mundos inteligentes con conocimientos científicos basados en sistemas diferentes a la nuestra notación matemática. Sin embargo, ambos sistemas coincidirán en identificar y comprender la atracción de las masas, la creación de partículas, los límites a la velocidad de éstas.

La ciencia es independiente del lenguaje en que se exprese, a pesar de que debe necesariamente ser expresada en un lenguaje concreto.