jueves, 20 de septiembre de 2007

Determinismo

Me tienta pensar que la idea de iniciar un blog estaba escrita de antemano. Mi decisión es, pues, irrelevante. La frase que utilizó el Marqués de Laplace para enunciar la idea de determinismo encierra un sinfín de matices:

Debemos considerar el estado presente del universo como consecuencia de su estado anterior y como causa de su estado futuro. Una inteligencia que conociese todas las fuerzas que actúan en la naturaleza en un instante dado, así como las posiciones momentáneas de todas las cosas en el universo, podría aunar en una única fórmula el movimiento de los objetos más grandes, así como el de los átomos más ligeros del mundo, siempre que ese intelecto tuviera la potencia suficiente para someter todos los datos a análisis; para él, nada sería incierto, futuro y pasado serían presente ante sus ojos. La perfección que la mente humana ha sido capaz de dar a la astronomía proporciona una humilde visión de tal inteligencia.”

“Para él nada sería incierto, futuro y pasado serían presente ante sus ojos” ¿No creéis que es la forma más bella de eliminar el concepto de libertad? Toda la frase tiene una perfección exquisita. Por ejemplo, Laplace evita aludir a Dios y propone, en su lugar, una “inteligencia”. Le otorga el atributo del conocimiento instantáneo de todo el universo, le supone la capacidad de reunir las leyes en una fórmula y le exige la potencia para resolver esa fórmula y dictar el futuro.

El fragmento concluye con la humilde visión de tal inteligencia a través de la contemplación de una noche estrellada. Creo que Laplace reescribió sus ideas con claridad infinidad de veces, pero sólo publicó aquella versión cuyo contenido estético le satisfizo.